¿Puede caerte un rayo?

La instalación de pararrayos en Valencia es una fórmula valiosa para minimizar los efectos de las tormentas eléctricas.

Cualquier instalación de pararrayos en Valencia cumple una función determinante para evitar que los rayos ionizados del aire impacten en las construcciones o las personas, pues tienen la capacidad de atraer la descarga hacia la tierra. En consecuencia, evitan el impacto directo sobre estos sujetos y objetos.

Aunque a priori no parece una estadística significativa, porque tienes una posibilidad entre cada 500 000 de que te caiga un rayo cada año, lo cierto es que cerca de 250 000 personas son alcanzadas por ellos cada 365 días. Y, además, entre una y tres fallecen como consecuencia del impacto.

Por lo general, la causa de muerte deriva de un ataque cardíaco y las secuelas que genera este fenómeno afectan, sobre todo, a nuestro sistema nervioso.

Además, llama la atención que los hombres son más sensibles a este tipo de efecto: sus posibilidades de sufrir la caída de un rayo es 5 veces mayor que en las mujeres.

En caso de tormenta eléctrica y si no hay un pararrayos próximo, las prácticas que te permiten reducir el riesgo de impacto es buscar refugio cuanto antes en un vehículo o edificio cerrado. Te conviene alejarte de las estructuras más altas y ponerte en cuclillas, pegando mucho tus pies.

Es una mala idea tumbarte sobre el suelo, porque los rayos generan en la tierra corrientes eléctricas que se desplazan y afectan hasta a más de 30 metros de su lugar de caída. Puedes utilizar el móvil y otros equipos inalámbricos, pero siempre con batería, jamás conectados a la corriente eléctrica.

Definitivamente, aunque tus posibilidades de recibir un impacto de rayo no son altas, sus consecuencias pueden ser letales. La presencia de un pararrayos es siempre una apuesta óptima para reducir los riesgos, como sabemos muy bien en 2001 Técnica y Artesanía.

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